Vivimos una evolución rápida, muy rápida. Llegaron a nuestras vidas productos fáciles que nos mejoraban notablemente la vida, electrodomésticos, tuppers, aditivos, comida precocinada, alimentos envasados, etc. y disfrutamos mucho de ellas, sin querer ver que nos destruían poco a poco, podríamos ganar tiempo, pero también ganamos en enfermedades, contaminación y falta de motivación... nos hicimos vagos.