Es terrible darse cuenta de que uno tiene algo cuando lo está perdiendo. Hay cosas de las que es mejor no hablar. Eso creen la madre y el padre de Ezequiel. pero su hermano menor quiere saber que pasa, entender por qué Ezequiel está enfermo y por qué hay una parte de la familia que eligió abandonarlo. Los pocos encuentros entre los hermanos, a veces a escondidas, renovarán ese vínculo y darán la forma al legado fraternal hecho de libros, música, un perro y una crítica conjunta a la tradición familiar.