Los crímenes atroces, el despojo y el desarraigo forzados constituyen manifestaciones de un goce desregulado que entraña el mal del Otro bajo la forma de la crueldad. En su carácter real, ninguna de estas "protuberancias de goce" podrá inscribirse en su totalidad en la trama simbólica de las leyes jurídicas, por mucho que cualesquiera de éstas lograra calibrar las lógicas del perdón y las lógicas de la justicia, entre las que se debate la llamada "justicia transicional". Pero la impunidad es otra cosa. A un intento de precisar algunos de los efectos de la impunidad en la subjetividad de las víctimas y en el lazo social se dirige este artículo.
