Antecedentes: el conocimiento sobre la experiencia psicológica del aborto inducido sigue siendo limitado. Los estudios se han sesgado hacia las consecuencias negativas. Método: estudio descriptivo y prospectivo. Participaron 338 mujeres adultas que interrumpieron voluntariamente su embarazo en centros autorizados de Las Palmas (España). Resultados: una gran proporción de mujeres reflejó un crecimiento personal entre moderado y muy alto en todas las evaluaciones (desde un 64,79% a un 76,36%), con aumentos estadísticamente significativos. La percepción del apoyo social explicó la mayor parte de varianza en la predicción transversal del crecimiento personal, tanto en el momento del aborto como en el seguimiento un mes después. Las variables que predijeron el crecimiento longitudinalmente fueron: mayor percepción del aborto como un punto de inflexión en sus vidas, menor nivel de educación académica, mayor frecuencia de pensamientos sobre el aborto un mes después, menor frecuencia de pensamientos sobre el aborto seis meses después, y mayor percepción de apoyo social un mes después. Conclusiones: la percepción del crecimiento personal es parte de la experiencia psicológica del aborto. Este hallazgo invita a ampliar el enfoque tradicional sobre los efectos psicológicos del aborto inducido, para incluir también los resultados positivos.
