CONTENIDO: La estirpe primitiva
Edén intocado
Nada es efímero en la flor
América prolija
Luz de sol
¡Murió la flor!
Mi primera maestra
Postales para papa
Mi abuelo era un libro
El hombre vano
Cuando el mundo está al revés
Amor de patria
Clamores silenciados
El hombre que comía tierra
Resumen
Es un poema.
Es el canto que en sutil y sencilla entonación le ofrezco a la sangre india americana: Su realidad histórica, su valiosísima cultura, su legado que nunca se diluye sino que permanece tatuado y muy tangible en las generaciones que se esparcen por el tiempo.
Fenotipia, lenguaje, danzas, rezos, devociones, medicinas, sabiduría recóndita y la fe que han resistido el paso de los tiempos y el desprecio de soberbios ignorantes y sacrílegos, sigue siendo espléndida heredad.
A ésta trato de cantarle en mi humilde pero muy sentida y devota entonación.
La Estirpe Primitiva, incita a buscar la renovación de la razón y el renacer de la verdad frente al que fue el desenvolvimiento genuino de remotas épocas precolombinas, de conquista avasallante y tiempos de humillación neogranadina que han sido “adornados” en la historia con el oropel de la mentira, de la verdad cercenada.
Canto con mi lira adolorida otro temple de la verdad cantada con el afán de mis años y la nostalgia de no poder decirlo todo. Toda esa verdad que me quedó debiendo el Hermano Justo Ramón, con su historia mal contada.
