El entrenamiento moderno debe tomar en cuenta distintas áreas funcionales lo que permite optimizar las variadas posibilidades bioenergéticas en forma analítica. Estas áreas se dividen basicamente en dos: área funcional aeróbica y anaeróbica. La primera se subdivide en sub, superaeróbica y del máximo consumo de oxígeno. La anaeróbica por su parte se divide en: tolerancia y potencia lactácida por un lado, y de tolerancia y potencia alactácida por el otro.
Cada una de ellas demanda variados compromisos funcionales los cuales en una u otra medida serán tomadas en cuenta por las distintas disciplinas deportivas.