CONTENIDO: Delitos ornamentales. Adolf Loos afirmó que el ornamento era delito, y pasaron más de cincuenta años antes de que alguien dijera lo contrario. Quien se atrevió a hacerlo, Robert Venturi, no estaba en realidad contestando al vienés, sino cuestionando el lapidario y aún popular «menos es más» de Mies van der Rohe. El profundo arraigo del credo funcionalista del Movimiento Moderno, poco proclive a lo accesorio, ha sido la causa principal del prolongado descrédito de lo decorativo, cuyo valor se redescubre hoy desde diversos ángulos.
Tomado de : http://www.arquitecturaviva.com/es/Shop/Issue/Details/86