CONTENIDO:ALGUNAS CLAVES PARA PENSAR. EL LUGAR DEL NIÑO HOY, EL LUGAR DEL ADULTO HOY
Autorizarse a ser adulto.
Las figuras de autoridad.
ACTUALIDAD Y NUEVAS FORMAS DE SOCIALIZACION
El tiempo y la tiranía del presente.
Los lugares para el lazo social.
Formas actuales de desamparo.
Un primer cierre que abre…
LAS INSTITUCIONES Y LOS ESCENARIOS PARA LAS INFANCIAS
Los niños “problema”
Tratamiento de la diversidad.
EL ENCARGO A LOS EDUCADORES SOCIALES.UN ANALISIS DESDE EL MARCO DE LOS SERVICIOS SOCIALES
Traducir el encargo en clave pedagógica.
Trabajar con las infancias en situación de dificultad. Un análisis crítico en relación con el riesgo y el desamparo.
El trabajo con las familias.
EL TRABAJO INTERDISIPLINAR. EL ENCUENTRO CON EL PSICOANALISIS, UNA OPORTUNIDAD PAR LA EDUCACION
El límite de lo posible, del sujeto ideal al sujeto de la educación.
Nada es lo que parece.
EL TRABAJO EDUCATIVO CON LAS INFANCIAS
La educación como lugar de acogida.
La educación como espacio de seguridad.
La educación y los vínculos con la cultura.
La educación como una oportunidad de experiencias.
El saber en la escena educativa.
PROPUESTAS DE TRABAJO CON LAS INFANCIAS
Espacios para la simbolización y el lenguaje.
Espacios para el juego.
Espacios para la participación.
Espacios para el arte y la cultura.
Bibliografía.
Resumen
El niño contemporáneo nos sorprende, a diferencia del niño de otras épocas, en esta tendencia a ocupar el lugar de objeto ideal, con frecuencia sobreprotegido en una suerte de burbuja que lo aleja de todo sufrimiento y frustración; es así el modo en que opera la permisividad como rasgo de la actualidad, como muestra de lo que, como adultos, tenemos dificultad para afrontar. En este sentido, podemos considerar la paradoja en la que, en pleno siglo de los derechos del niño, y cuando este emerge como centro de la escena familiar, la figura del «niño-rey» tiene su reverso en el «niño-víctima», que a menudo queda desprotegido por la propia desorientación de los adultos, recibiendo respuestas inadecuadas por el lugar vacío que deja la función educativa. Por todo ello, uno de los principales retos que nos deberíamos proponer consiste en preguntarnos cómo ocupar el lugar de adultos para ayudar al niño a salir de la omnipotencia, para que pueda comprender que su deseo no hace ley, que choca con la existencia de los demás y que va a tener que aceptar salir de sí mismo para poder crecer y formarse como sujeto.