CONTENIDO: A manera de presentación
Todo tiempo pasado
Jaime recuerda al General
El niño y el pacificador. General de cuatro soles
Urdaneta, el primer voto y la junta militar
Tres épocas distintas, una historia verdadera
Cuellar Velandia: un militar de academia y deporte VII
Evocaciones de ferrocarril
Los puentes de mentiras y los puentes de verdad
Mutis y las clases de historia
La Negra de Jaimito
Los días del cuarentaiocho
El asedio y la muerte
La carnicería
Jaime Pava, el embajador
La bohemia y otros quehaceres en los cafés de la época
Historia de colegios
De médicos, enfermedades y medicinas
Los días del folclor
Encuentros futboleros y encuentros inesperados
La Gaceta Deportiva
Un domingo en el San Bonifacio
Evocación y milagro del club deportivo <<Los Millonarios>>
Un gancho de izquierda para recordar la historia
El tunjito y Jaimito
El universo mágico de Kartown
Monguí: un extraño personaje de Ibagué
Del asilo de ancianos al Hospital San Rafael
Los vestidos que llegaron del norte
La negra Singer entre las agujas y el dedal
Un accidente inesperado
El cementerio san Bonifacio y el desbordamiento del rio Combeima
La Correccional de Menores, la cabeza rapada y el exámen final en la escuela Boyacá
La política sobre rieles
La Plazoleta de los Burritos
Durmiendo el en teatro Tolima
Los secretos de don Arcesio Vélez
Los niños de los aires y el teatro Imperial
La cana, El Salvador y el niño
Las cascarillas de arroz y la trampa camuflada
La desaparición de las luciérnagas y las Santamarías
Evocaciones al mirar una fotografía
La Boyacá entre las paredes de San Simón
Edificio del almacén Ley en llamas
El teatro Tolima sin cine
La Internacional en la otra esquina
La Gobernación del Tolima
Una lectura evocadora
Mi delirio sobre el Chimborazo
Un adiós entre titanes
Resumen
El niño, la negra y el general, historias de Ibagué, es la respuesta del autor al llamado de su espíritu para dejar en letras impresas su visión del entorno que lo vio formarse y de esta manera doblegar el paso del tiempo con el sello imperecedero de sus recuerdos. Sólo a través de esta reconstrucción, amorosa y exigente, ya no será olvido lo que fuera Ibagué en las décadas de los años cuarenta y cincuenta. Es la visión personal pero, al mismo tiempo, es su coincidencia con el espíritu de una época que dio vida y forma a científicos y locos, a sabios y empíricos, aunados todos en una lucha íntima por ser algo en los pliegues implacables del tiempo
