En esta novela policíaca erótica y agudamente filosófica, Auster seduce y conduce con mano maestra a los lectores desde Nueva York a París y desde California a una remota isla en el Caribe, mientras contrasta los placeres sutiles de la mente con la vorágine de los cuerpos y ahonda en las repercusiones de la culpa, en el incontrolable poder del deseo y las insidiosas consecuencias del narcisismo y el libertinaje.