Con un análisis minucioso, la obra pone de manifiesto cómo la peculiar condición arquitectónica del jardín renacentista, construido con materiales naturales al tiempo que tectónicos, es capaz de configurar espacios y de incorporar significados con igual complejidad y no menor intensidad que la arquitectura de piedra. El texto pretende aplicar los instrumentos propios del análisis arquitectónico al episodio germinal del jardín clásico en Italia, desde su invención a mediados del siglo XV hasta el agotamiento de su impulso original en la segunda mitad del XVII. El texto se completa con un extenso material gráfico (más de 200 ilustraciones) y un índice de nombres.