Un mínimo de terreno de una o dos hectáreas, es suficiente para diseñar una granja con un modelo autónomo de desarrollo agropecuario y agroindustrial. Este modelo respeta el equilibrio armónico de la naturaleza y está pensando sobre la base de diversificar e integrar la producción agropecuaria, tener un manejo útil de los desperdicios, aumentar las fuentes de ingreso y no depender exclusivamente de un producto