Contenido:Descripción del problema
JUSTIFICACIÓN
Objetivos
Objetivo general
Objetivos especificas
MARCO REFERENCIAL
Marco conceptual
Marco teórico
Definición de la conducta suicida
Relación con otros diagnósticos
Factores de riesgo
Factores protectores
Clasificación de la conducta suicida según el DE
Antecedentes Investigativos
Marco legal
RUTA DE ATENCIÓN
Descripción del Plan de Acción
Estrategias de promoción y prevención de la conducta suicida.
Intervención psicológica al paciente suicida
Entrevista
Aplicación de instrumentos
Intervención de primera instancia
Intervención en crisis de segunda instancia
Estimación del riesgo z
Procesamiento de la información y toma de decisiones
DERIVACIÓN
SEGUIMIENTO
Reestructuración cognitiva
Entrenamiento en resolución de problemas
Estrategias y estilos de afrontamiento
Descatastrofización
Autorregulación emocional
Referencias
Anexos
Resumen
La Organización Mundial de la Salud (OMS) (2016, p.1) señala que: “anualmente, más de 800.000 personas se quitan la vida y muchas
más intentan hacerlo. Cada suicidio es una tragedia que afecta a familias, comunidades y países y tiene efectos duraderos para los allegados del suicida”. El comportamiento suicida va desde la ideación en sus diferentes expresiones, pasando por las amenazas, los gestos e intentos, hasta
el suicidio propiamente dicho. La presencia de cualquiera de estos indicadores (ideas, amenazas, gestos e intentos) debe considerarse como un signo de alto riesgo en el individuo que los presenta. La relación entre el suicidio y los trastornos mentales es bastante estrecha, sin embargo, no quiere decir que quienes no tengan un trastorno mental se encuentran exentos de esta conducta suicida, puesto que se han presentado casos que se producen impulsivamente como respuesta a una crisis que afecta la capacidad de afrontamiento ante las dificultades de la vida, tales como los problemas financieros, la ruptura de relaciones de pareja o familiares, o los dolores y enfermedades crónicas.