Los textos de Yoko Tawada, escritora japonesa residente en Alemania, hacen presente el desgarramiento de quien vive fuera de la lengua materna. Es una obra que se balancea sobre el límite entre los códigos, donde nada hay evidente, donde la palabra parece tener vida propia. Entre los textos que toman esta extrañeza del lenguaje como sustrato, se encuentra el relato "Un huésped", cuya particular referencia a la voz y a la letra como dos registros que se entrelazan y se repelen alternativamente, lo convierte en una valiosa fuente de reflexiones sobre lo oral, la voz, la letra, la lectura y la escritura.