Los docentes asumen por encargo del Otro social la función de culminar el proceso de integración de los individuos más jóvenes a la cultura. Este proceso se ve obstaculizado por la transformación de pautas relacionales, la confusión en los roles y por la ausencia del deseo de aprender en los estudiantes. Frente a ello se instaura el malestar docente, forma indefinida de dolor psíquico que afecta la función laboral. Uno de sus síntomas es la afonía. Desde el psicoanálisis, se trata de pensar una posible hipótesis explicativa de esta situación, con el reconocimiento de que solo la apuesta por la palabra puede generar un cambio en la posición subjetiva del maestro frente a la exigencia cultural.