El presente texto se ocupa de formalizar desde el psicoanálisis el concepto de tercero, precisa en qué consiste su función subjetiva y social en la mediación, argumenta por qué es necesario contar con su presencia simbólica en el campo de los vínculos humanos, da cuenta de su relación con la noción lacaniana de Nombre del Padre y especifica qué función cumple en la civilización de los vínculos humanos, ya que estos no se producen de manera natural.