Las prácticas clínicas que tratan el síntoma en los diferentes dispositivos, se las ven con la estructura del síntoma y con sus tipos, pero no con sus formas. Se puede considerar que esas formas son dependientes de lo social y lo cultural, donde se bañan sus portadores, lo cual nos devuelve a lo que Lacan consideró como lazo social fundado sobre el lenguaje, lazo que tradujo en cuatro discursos fundamentales más uno: el discurso capitalista. Tal discurso, en cuanto articula las determinaciones del mercado y la ideología tecnocientífica, coacciona la subjetividad contemporánea. Esta determinación pasa por un cambio en la forma del superyó y de la relación con dicha instancia. El presente artículo explora las coordenadas de esta modalidad de “imperativo de goce” y sus consecuencias clínicas.