Para que esta orientación y seguimiento a las familias, sea un espacio de mejoramiento y apoyo para la comunidad, se propone crear una estrategia donde mediante una relación confidencial, de respeto y aceptación; se busque entender la fuente de sufrimiento, apoyar el cambio de pensamientos, emociones y/o comportamientos para lograr una mejor calidad de vida y un mayor bienestar, personal y familiar; se debe estructurar, reorganizar, y adecuar el espacio y servicio de atención psicológica clínica que brinda la fundación para los miembros apadrinados y sus familias, según se requiera, definiendo principalmente el perfil y las funciones del psicólogo practicante dentro de la organización y con la identificación de los motivos de consulta más frecuentes en la zona, establecer posibles rutas de tratamiento psicológico en los niveles individual, grupal y familiar.