Según aspectos encontrados en el diagnóstico y la comprensión de la importancia de la interrelación con el otro y del proyecto de vida como elementos esenciales en el desarrollo psíquico y personal, este Proyecto de Práctica se considera pertinente para la comunidad y para la psicología en el sentido en el que se propuso trabajar por medio de herramientas psicopedagógicas en la integración de jóvenes sordos y oyentes en el ambiente escolar; en la auto-exploración y reconocimiento de necesidades, posibilidades e intereses de cada joven sordo perteneciente a los grupos de trabajo; y en la dificultad percibida en los jóvenes sordos para formular un proyecto de vida acorde a su auto-percepción y no a aspectos impuestos o introyectados en base a las concepciones del otro. Además intentó responder a la necesidad planteada, como la limitada participación de psicólogos capacitados en lengua de señas en instituciones especializadas en la atención a la población sorda; además, de una propuesta de abordaje desde la psicología a esta comunidad que le da valor a sus subjetividades y a sus intersubjetividades como aspectos vitales en la construcción del tejido social, en la autorrealización y desarrollo futuro. Del mismo modo, este Proyecto de Práctica se considera propositivo para la psicología en general, por su apuesta a la concientización y desideologización de “estados de verdad comunes que promueven un sistema social opresivo y excluyente” (Baró, 1998); y por su inclinación hacia un modelo psicológico que busca la integridad de los individuos a partir de un concepto claro y definido de sí mismos y de su realidad y no a partir de paradigmas, prejuicios o conceptos del común.