Mi proyecto se encaminó a la atención de las necesidades que logré evaluar, siendo esta la oportunidad para posicionar el verdadero rol, dándole cabida a una comunicación directa con cada miembro del equipo tratante para la información de cada caso, particularmente según su evolución y abordando lo más importante, como lo es la aceptación y sensibilización de la enfermedad, la adaptación al medio hospitalario, manejo y control del estrés, la depresión, ansiedad y dolor, una adherencia al tratamiento y evaluación de las redes de apoyo; y finalmente, las dinámicas establecidas para el afrontamiento de la enfermedad. De igual forma, fue importante la implementación de una técnica psicoeducativa que le permitiera al paciente entender de una forma más cercana toda la información pertinente sobre la patología. Se realizaron procesos familiares, campañas de prevención en la población de las maternas, duelo, depresión postparto, consumo de spa, reacciones frente al rol de la maternidad, problemáticas como el VIH/sida y la TBC, y amputaciones; trabajando a partir de intervenciones como respuesta a interconsultas y demanda inducida, utilizando técnicas apropiadas para cada caso.