Mucho se habla sobre los “maestros”, pero pocas veces se observar el cómo realmente se está desarrollando su configuración para cumplir lo que se les demanda. En esto, es importante reconocer que los “maestros” forman una red de relaciones, la cual contiene subredes, porque cada maestro se configura según factores determinantes, individualmente. Dicha red es un conjunto de fuerzas que regulan las relaciones y comportamientos de las personas.El niño va avanzando en dicha red, permitiéndole desarrollar habilidades y competencias. Produciendo un sujeto, “sujetado a…”, esa red de relaciones, que no es un ser del todo libre, porque está regulado permanentemente. Eso lo llamamos subjetividad, pero queda algo en el individuo que no es totalmente sujetado, la subjetivación, donde el individuo se hace cargo de sí mismo. La configuración de los maestros, en educación infantil, se complementa con sus prácticas pedagógicas, sin decir que, porque los estudiantes matriculen las mismas asignaturas y realicen prácticas similares, su configuración sea homogénea, sino que se encuentra una heterogeneidad de profesionales debido a sus experiencias, personalidad, interés, vocación, ética y compromiso frente a su quehacer. Es decir, que el estatuto ontológico no es homogéneo.Por lo tanto, se puede decir que, una vez, durante los semestres, los estudiantes adquieren una posición frente a su ser, lo cual se ve reflejado en la práctica.A pesar de todo el recorrido pedagógico, es posible que una vez ejerciendo, se vean presionadas por el sistema educativo, que puede ser contradictorio a la razón del programa.