La población con discapacidad cognitiva, es una población con altos índices de vulnerabilidad a la exclusión, ya que el término de discapacidad cognitiva ha sido encasillado en la inutilidad del sujeto y la poca conciencia de sí, de manera inevitable nos encontramos ante una problemática que congrega diferentes actores, los sujetos discapacitados, las familias, el personal educativo, médico y la población que hace parte del contexto en el que estos sujetos desarrollan su día a día. Comprendiendo lo mencionado por Albretch en 1992.1, importante hablar de la población discapacitada, entendiéndola como un grupo de personas que debido a su desarrollo físico o intelectual son diferentes de los demás, dicha población ha sido a través del tiempo tildada como incapaz de realizar actividades que realizaría una persona “normal”; según lo mencionado por Se busca entonces entender el sujeto con discapacidad intelectual, como un actor capaz de hacerse cargo de si, de realizar actividades que le permitan afianzar su rol dentro de la sociedad, un sujeto pensante, participativo y activo dentro de la sociedad.