El ámbito laboral está rodeado y construido de relaciones interpersonales, competencias, creencias, mitos y sobre todo, de percepciones construidas a partir de modos distintos de vida. Las organizaciones tienen la responsabilidad de implementar nuevos instrumentos para la mejora en la calidad de sus productos y servicios. Por ello, en las organizaciones donde el capital humano es el precursor del desarrollo de las mismas, surge la necesidad de encontrar un apoyo fundamentalmente psicológico de todos los componentes o partes de la organización, para el acople de todas las diferencias psicosociales que surgen con la premisa de un mejor beneficio del capital humano y con ello, una excelente producción. El capital humano conforma una de las variables más enriquecedoras con las que pueden expandirse las empresas, pero es la responsabilidad de las mismas, desarrollar las prácticas organizacionales que apunten a que cada uno de los trabajadores despliegue todo su potencial a favor de los logros en conjunto. Como consecuencia, resulta imprescindible que exista ese apoyo fundamental del área de Recursos Humanos que se ocupe de la selección de personal, basándose en la información suministrada por el sector, de reclutar a las personas que requiere la empresa, con aptitud y empeño, que sean un éxito para la empresa, y entre otras funciones.