En el primer capítulo el interés reside en analizar cuál es el “deber ser” que caracteriza al Alto Director de nuestros tiempos y a su vez exponer los retos y desafíos que el contexto socioeconómico le impone Alto Director. Esto, con el propósito de comprender que el contexto económico ha incidido de manera significativa en el direccionamiento de la organización. Desde esta mirada socioeconómica el segundo capítulo muestra que la productividad y rentabilidad de la organización depende de la forma como el Alto Director impacta en el personal de su organización, razón por la que se hace necesario diferenciar las competencias que caracterizan la labor del Alto Director (líder) las del gerente (manager) con el fin de motivar a la reflexión del porqué el deber ser de la maestría sea en la Alta dirección y no en la alta gerencia. Para finalmente, exponer en el tercer capítulo, cómo el Alto Director se vale de sus habilidades y competencias para dirigir la organización desde un trato humanizante que inspira a que la organización sea productiva y rentable.