Atender al reconocimiento del ser a través de la literatura es una apuesta para reconocer en la educación uno de sus objetivos preponderantes; aunado a lo anterior, la familia y el entorno del individuo ofrecen garantías no sólo para desarrollar la labor educativa desde lo humano, sino incentivar al ejercicio de la lectura, en una sociedad ávida de niveles de calidad en este sentido. En la metodología se acompaña a la población implicada en el desarrollo de dinámicas en las que se sumaron expresiones artísticas. Los testimonios evidencian cambios existenciales, y agrado por este ejercicio.