Madrid, España : Arquitectura Viva, Enero-Febrero 2016
Español;
Resumen
La cultura grave se ha hecho ligera. En otro tiempo, museos y bibliotecas
expresaban la permanencia de sus contenidos con la solidez de sus fábricas;
hoy, las sedes del arte y la cultura manifiestan la naturaleza efímera de su
actividad con la levedad de sus formas. El tránsito desde los pesados pórticos
clásicos y las monumentales escaleras de los antiguos templos del saber hasta
las inmateriales fachadas de los centros contemporáneos, que difuminan
los límites entre el edificio y su entorno, refleja una colosal mutación: la
cultura ha perdido la gravedad severa y el acceso dificultoso que en el pasado
fundamentaban su valor, y es ahora más bien un entretenimiento de fácil
consumo que se integra sin dificultad en los paisajes de la vida cotidiana. Lo
denso se ha disuelto, y lo perdido en concentración se ha ganado en difusión
y penetración capilar en el tejido social.