Estas líneas plantean la posibilidad de llevar a cabo un análisis distinto de la historia colombiana, que trascienda la historia tradicional contada por los vencedores y atiborrada de pretensiones teológicas y teocráticas. Se trata de dos concepciones, a saber, la arqueología planteada por Miches Focault y la descontrucción de Jacques Derrida, que si bien entran en una dialéctica de tesis y antítesis, están en función de superar las visiones reduccionistas sobre nosotros mismos y sobre la historia.