Disponible en formato electrónico en Revistas Editorial Bonaventuriana: http://revistas.usb.edu.co/
Resumen
Uno de los conceptos clave de la democracia griega es parrhesia (parrhs¿a): decirlo todo; hablar franco; libertad de palabra; decir verdad. Normalmente, su óptimo ejercicio se ha asumido como un principio capaz de conservar dicha forma de gobierno en la medida en que, ante una decisión difícil y crucial (económica, bélica o social), señala siempre una verdad, un consejo positivo a la ciudad que es respetado por todos. En esa dirección, el parrhesiastés, al ocupar el papel del que dice todo, debe ser alguien lo suficientemente recto y ejemplar como para hacerse considerar: es el ciudadano íntegro comprometido con el bienestar de la polis. Sin embargo, la parrhesia no se limita a ese ámbito de acción ni es exclusiva del ciudadano. En este estudio se analizan esos otros lugares: el preconstitucional (como condición de posibilidad para los nomoi de Solón ya en el siglo VI a. C.) y el filosófico (en su identidad con el êthos virtuoso y libre); ello con el propósito de sostener la idea según la cual la parrhesia llega a convertirse en la manifestación excelsa y paroxística de la autonomía y la libertad del filósofo en la época helenística, especialmente con los filósofos cínicos