Se trata de un documento de corte monográfico que procura seguir un estilo ensayístico, en el que se pretende realizar un escaneo empírico con el abordaje de discursos cimentados en las ciencias sociales y algunos datos obtenidos en el ejercicio clínico, han de contribuir a la descripción de un panorama sobre la relación posible entre arte y locura.
Artistas como Vincent Van Gogh, Salvador Dalí, Edvar Munch, El Bosco, Alejandra Pizarnik y Virginia Wolf se han escogido aquí como referentes para la realización de una exploración documental además son nombrados porque más que otros, son reconocidos como creadores que no han sido absorbidos por el hoyo negro de la igualdad, homogeneidad o simplismo de una regla.