Documento disponible en Biblioteca Digital USB Colombia (550) Tesis (Magister en Alta Dirección de Servicios Educativos) -- Universidad de San Buenaventura. Facultad de Educación, Cali, 2011 Documento disponible en respaldo Interno (510)
El desarrollo de la industria moderna trajo como resultado la separación del hogar y el sitio de trabajo; el hombre debió salir a trabajar en las fabricas y la mujer quedo relegada a un espacio privado únicamente a las tareas domesticas y al cuidado de la familia.
Circunstancias como la enfilada de los hombres para la guerra, el nuevo
sistema de producción capitalista, los avances tecnológicos y algunos movimientos sociales que proclamaban justicia y equidad, abrieron los
espacios para que la mujer ingresara al mundo laboral.
Hoy y cada vez más, las mujeres entran a ocupar espacios públicos, que hasta
hace unas décadas eran solo del género masculino; sin embargo, ese espacio
que ha dejado la mujer, no ha sido de interés para el hombre ocuparlo. Como consecuencia, la gran mayoría de mujeres han venido asumiendo de manera silenciosa la triple carga que representa responder por el trabajo, por las tareas
domesticas y el cuidado de la familia.
Arlie Hochschild recrea la situación como una revolución estancada para las
mujeres, porque aunque cada vez tienen más derechos en el mercado laboral,
siguen llevando la pesada carga del trabajo domestico.