CONTENIDO : Concurso convivE V; Arquitectura y Hábitat Social en Bucaramanga; 2010, Año de Bienales; Banco de Anteproyectos de Vivienda para la Emergencia Invernal
ARTÍCULO TEMÁTICO
Renovación Urbana. Renovación Humana
DIÁLOGOS
Renovación. Planificar lo Urbano. Carlos Montoya gerente de Renovación Urbana de la EDU.
PROYECTOS
Plan de Ordenamiento Territorial 2009/2023, Armenia - Colombia, pág. 19
Proyecto Urbano y Arquitectónico para la Recuperación del Centro Histórico de Santa Marta, Santa Marta - Colombia, pág. 24
P.E.M.P. Mompox, Mompox, Colombia, pág. 31
Plan de Regularización y Manejo Universidad Nacional de Colombia, Bogotá - Colombia, pág. 40
Proyecto Santa Lucia, Monterrey, México, pág. 46
Ciudad Ribera / Puerto Norte, Rosario - Argentina, pág. 51
Plan parcial Gran Manzana Simesa y Parque Ciudad del Río, Medellín - Colombia, pág. 55
Proyecto Estación Central, Bogotá - Colombia, pág. 64
Renovación Urbana Carrera 20, Duitama - Colombia, pág. 69
Urbanización Jardim Vicentina, Osasco, São Paulo - Brasil, pág. 75
EN DETALLE
Proyecto Urbano y Arquitectónico para la Recuperación del Centro Histórico de Santa Marta, Santa Marta - Colombia, pág. 81
Renovación Urbana, Naranjal, Medellín Colombia, pág. 83
RESEÑAS
Libros: Equipamientos Urbanos Impactos y Manejo. Tres casos en Bogotá; Impactos Socioespaciales de la Renovación Urbana. La operación ¿Tercer Milenio¿ en Bogotá; Archipiélago de Arquitectura Notas: La Casa Alemana; Renovación Monumento a Los Héroes Concursos: Concurso Público de Anteproyectos para el Diseño Urbanístico, Paisajístico y Arquitectónico de la Avenida Santander y Avenida 1ª de Bocagrande desde Crespo hasta El Laguito; 3er concurso International Holcim Awards para proyectos de construcción sostenible y visiones de la ¿Siguiente Generación¿.
Resumen
Cada cierto periodo de tiempo, el crecimiento de nuestras ciudades ha obligado a quienes planean su desarrollo, a establecer estrategias que permitan dar saltos cualitativos y cuantitativos en su forma e infraestructura, que adecuen la ciudad a los requerimientos cada vez más apremiantes de expansión, rehabilitación, densificación, crecimiento y un largo etcétera. Cada periodo de tiempo, entonces, ha convocado al hombre a hablar de Renovación Urbana como una forma fundamental de establecer la relación hombre - ciudad - naturaleza.
Este concepto no es más que la disculpa para repensar la ciudad existente y proyectarla en el tiempo, la oportunidad de intervenir y ¿sanar¿ áreas en deterioro y regular su crecimiento, de dictar reglas de juego que impongan un orden que frene el crecimiento incontrolado, caótico, de la mancha urbana, al menos por un lapso de tiempo determinado, al cabo del cual, deberá proponerse una nueva Renovación Urbana.
El continuo proceso de acción y transformación de los tejidos urbanos, pero también de la arquitectura que sobre ellos se asienta, reconoce la dinámica casi biológica de la acción constructiva, con la que el hombre asegura la actualidad e inmanencia de la cultura, en un profundo proceso de relación entre pasado y futuro que da sentido al espacio urbano como espacio social. Por lo tanto, la responsabilidad no es tan sólo con la situación del presente y las urgencias del corto plazo, como pareciera sugerir el marcado énfasis de las intervenciones que los gobiernos realizan en búsqueda de movilidades vehiculares y competitividad económica, se trata de responsabilidades compartidas por actores sociales y culturales que no sólo garantizan el presente, sino la sostenibilidad del desarrollo y la cultura por venir.
Si bien la ciudad latinoamericana debería ser pensada, permanentemente, desde esta visión, pues es la única manera de estar actualizando su materialidad sin perder su sustento social, la experiencia demuestra que sólo cada cierto tiempo las administraciones locales tienen la voluntad política y los recursos económicos para hacerlo. Este condicionamiento ha motivado que la mayor
parte de las iniciativas de transformación de la ciudad estén fuertemente ligadas a fenómenos de especulación económicas o a los diversos cambios en ideologías y mentalidades asociadas a los partidos políticos y gobiernos de turno.
Los periodos en los que se logran poner sobre la mesa temas de Renovación Urbana, son épocas de efervescencia; los constructores e inversionistas generan grandes operaciones inmobiliarias, vuelven a salir a la luz pública los grandes problemas de tenencias de la tierra, ocupan la palestra las gigantescas contradicciones entre las varias reglamentaciones existentes y la forma de aplicarlas y se presentan oportunidades brillantes de proyectar ciudades amables, verdes, incluyentes, oportunidades que lastimosamente no son siempre aprovechadas.
En este inicio de siglo, en el que la arquitectura se ve transformada por el énfasis que las nuevas tecnologías y los fenómenos de globalización han hecho en las actividades meta disciplinares y la crisis del contacto físico en las relaciones humanas, en el que la crisis ecológica producida por la perspectiva de la modernidad de la relación hombre-naturaleza nos exige la planeación de un
desarrollo sostenible, el énfasis de los proyectos reunidos para esta edición de la Revista Escala evidencia el logro de una perspectiva renovada en el diseño del espacio público, soporte fundamental de la ciudad, razón de ser de la misma.
Si en ocasiones anteriores hemos tocado el tema de los equipamientos de carácter público como parte fundamental de la construcción de la ciudad, cuyo auge en nuestras ciudades latinoamericanas ha permitido saldar en parte la deuda social que el crecimiento económico y la globalización tienen con los más pobres, el tema de este número 220, Renovación Urbana, evidencia la necesidad de crear herramientas de gestión y estrategias alternativas de diseño que renueven el papel que arquitectos y urbanistas cumplen en los procesos de transformación urbana. El éxito de la participación de las comunidades en la planeación de su entorno ha partido sin duda de una nueva disposición que supera la clausura impuesta por el movimiento moderno y su tabula rasa a la gestión que el conjunto social puede ejercer sobre su entorno construido.
El nuevo urbanismo, el que nos es contemporáneo, ha sabido interpretar los vacíos propios de esa perspectiva para disponer de acciones que reúnen lo legal con lo humano, logrando lo que para nosotros puede ser uno de los grandes aportes de la ciudad latinoamericana al urbanismo global. En estos términos, este nuevo urbanismo humanista, social, ha transformado los barriales y cinturones de miseria, los anquilosados centros históricos, los cerrados claustros educativos, rescatándolos de su abandono sin olvidar su historia, para iniciar una transformación que busca una ciudad equitativa y justa pero acorde a los retos económicos que plantea este mundo globalizado.
Hace justicia sin lugar a dudas a un continente que por tantos años ha sido espectador de una noción de ¿progreso¿ que siempre le ha sido impuesta desde afuera, planteando una alternativa sostenible de un desarrollo urbano que es desarrollo social, humano.
