CONTENIDO: Dedicatoria
La leyenda está viva
Prólogo
Presentación
Introducción
Sobre los Arciprestes de Hita y del Valle
Cantos del libro de Buen Amor de Escalona
Bibliografía
Resumen
Rafael Escalona, el creador del ciberespacio, precursor de la carrera espacial y de las estaciones orbitales; ingenioso constructor de una casa en el aire. Por paradoja, recibió de la Academia Latina de Artes y Ciencias de la Grabación el premio Grammy a la vida y obra; el no escribió sus cantos para ser grabados, sino para ser cantados o contados en parrandas vallenatas y tertulias; no ha compuesto canciones por encargo aunque si por encanto, como le gusta decir. Ha compuesto tantas canciones que ni él mismo sabe el número exacto; muchas de ellas no han sido escritas, las mantiene en su mente; se las oímos silbar cuando evoca amores, amigos o circunstancias que lo llevaron a componerlas; las recita en privado o las canta entre pocos amigos, usualmente acompañado de la guitarra y voz de Alberto Fernández, su hermano de crianza y diseminador de sus cantos en Colombia, cruzando la frontera y más allá. Fue el mismo Escalona quien empezó el periplo, universalización y peregrinaje de sus cantos cuando desde tierna edad saliendo del Valle: Se fue por la madrugada, pasó por Valencia, cogió la sabana, Caracolicito y luego a Fundación; se metió en un diablo al que le llaman tren, pasó por toda la zona y de tarde llegó a Santa Marta. Para luego, en sus propios versos: En ese ir y venir Escalona empezó a ser lo que es: Una persona y un nombre que sin él no podría pensarse en una cultura colombiana completa. Ha compuesto tantas canciones que ni él mismo sabe el número exacto; muchas de ellas no han sido escritas, las mantiene en su mente; se las oímos silbar cuando evoca amores, amigos o circunstancias que lo llevaron a componerlas; las recita en privado o las canta entre pocos amigos, usualmente acompañado de la guitarra y voz de Alberto Fernández, su hermano de crianza y diseminador de sus cantos en Colombia, cruzando la frontera y más allá. Fue el mismo Escalona quien empezó el periplo, universalización y peregrinaje de sus cantos cuando desde tierna edad saliendo del Valle: Se fue por la madrugada, pasó por Valencia, cogió la sabana, Caracolicito y luego a Fundación; se metió en un diablo al que le llaman tren, pasó por toda la zona y de tarde llegó a Santa Marta. Para luego, en sus propios versos: En ese ir y venir Escalona empezó a ser lo que es: Una persona y un nombre que sin él no podría pensarse en una cultura colombiana completa.